La prueba mística

La prueba mística comienza con una extraña pero importante historia.

Dos candidatos buscaban ser iniciados y guiados hacia los Misterios por un maestro sabio y anciano quien era conocido por ser un poco excéntrico.

Los dos candidatos caminaron varia millas y esperaron tres días antes de ser admitidos en la presencia del maestro.

“Ustedes han viajado lejos y han esperado tres días. Eso está bien”, el maestro les dijo. “Buscadores menos serios del Ser Místico y de los Grandes Misterios no habrían demostrado tal fortaleza de carácter. “Ellos se habrían rendido y habrían retornado a sus casas”. “Así, continuó el maestro, ustedes han ganado la oportunidad de tomar parte en una prueba que demostrará cual valiosos son y si están preparados para recibir el gran conocimiento místico”.

“¿Ustedes desean tomar parte en esta prueba?” el sabio maestro les preguntó mirando detenidamente en sus ojos.

“Sí”, replicó el primer candidato.

“También yo”, dijo el segundo candidato.

“Bien”, el maestro sonrió. “A cada uno se le dará una gallina viva. Lleve su gallina a un lugar privado donde esté completamente solo, donde nadie pueda verlo, y retuérzale el cuello. Entonces vengan a donde mi con su gallina muerta”Sorprendidos por al naturaleza de la prueba, pero ansiosos por calificar para el conocimiento de los Misterios, cada candidato tomó su gallina y dejó la casa del maestro.

El primer candidato deambuló en la profundidad del bosque y, a la sombra de un árbol gigantesco, mató a la gallina.

El segundo candidato se fue a otra parte del bosque donde pensó que estaba solo. Pero, cuando iba a comenzar a torcer el cuello de la gallina, el repentinamente sintió que no estaba sólo. Miró a todos lados pero no vio a nadie.

“Trataré otra vez al anochecer, después que oscurezca”, y regresó a su habitación con su gallina y esperó.

Cuando la noche cayó, tomó la gallina y dio algunos pasos hacia el closet donde estaba seguro que nadie lo podría ver. Pero, otra vez, justo cuando estaba a punto de matar a la gallina, el sintió la presencia de alguien. El sintió que estaba siendo observado.

Desesperado en pasar la prueba y recibir el entrenamiento en los Misterios, el esperó hasta que cayera la media noche para tratar otra vez. Tomó su gallina fuera del pueblo en la noche y caminó tanto que se adentró en una mina abandonada y oscura.Allí, en total oscuridad, lejos de la gente del pueblo, otra vez tomó el cuello de la gallina. Y nuevamente tuvo que detenerse.

“No puedo hacer esto” se lamentó. “Se que alguien me está observando, aún aquí”.

Dándose cuenta que había fallado la prueba y que no sería admitido en los Grandes Misterios, retornó a donde el sabio maestro para decirle adiós.

“He fracasado, reverenciado maestro”, dijo. “A cualquier lugar donde fuera, encontraba que no estaba solo y que alguien me estaba observado. Me fui a lo profundo del bosque, a mi closet en la noche, aun salí del pueblo a una vieja mina en la madrugada. Cada vez que traté de hacer lo que me pidió, siempre sentí que alguien me estaba observando”.

“Tu has pasado la prueba, mi joven aprendiz”, el maestro sonrió. “Tu has encontrado tu Ser Místico. Es tu más Alto Ser el cual siempre está contigo y siempre te vigila con su benevolente mirada. Tú tienes la habilidad de sentir tu Ser Místico. Te acepto como candidato para estos Grandes Misterios, mi hijo”

El maestro abrazó al asombrado candidato. “Me temo que tu compañero ha fallado en la prueba. El realmente mató a la gallina. No tenía sensitividad a su Ser Místico. El se ha ido.

Tal vez mas adelante en el tiempo estará preparado”.

Esta es la historia.

Ahora la pregunta es: ¿Usted, si usted que me está leyendo, puede contactar a su Ser Místico?