viernes, 27 de febrero de 2009

ARCANGELES


En nuestras vidas hay tantas voces compitiendo por nuestra atención… Exteriormente, las voces de nuestra cultura con sus noticias y sus comentarios económicos y sociales; las voces de nuestras familias, amigos y compañeros de trabajo. Simultáneamente, nuestras emociones, deseos y pensamientos habituales nos bombardean. Todo esto ocurre continuamente cada día de nuestra vida. En el nivel personal, sobrevivimos y tenemos éxito escuchando selectivamente o ignorando esas voces. Conviviendo con este diluvio de voces que inunda nuestra conciencia, hay otra voz dentro de nosotros. Esta voz, sin embargo, es raramente reconocida. Esta voz es una voz verdadera, una que nunca nos engaña, nunca nos abandona, ni nunca deja de expresar su perfecto amor hacia nosotros.


Esta voz nos ha acompañado desde el momento de nuestra humanización, a través de todas nuestras encarnaciones y nos acompañará siempre hasta la “Theosis” (Absoluta Unión-Armonía con Dios).

Esta voz es comúnmente conocida como nuestro Ángel Guardián. Nuestro Ángel Guardián procede de una orden Arcangélica muy cercana al hombre. Uno de esos innumerables Arcángeles, por su gran amor, se une con el Espíritu-Alma de cada uno de nosotros para guiarnos y acompañarnos. No estamos nunca solos. Nadie deja nunca de ser amado. El Guardián se une a nosotros en completa unión-armónica, sin perder su naturaleza Arcangélica. Es el perfecto guía y el intachable maestro. A menudo buscamos fuera preceptores, gurús y maestros para que nos ayuden a despertar a la realidad de lo que ya somos. Mientras tanto, nuestro siempre-presente Guardián está preparado en su Super-Consciente capacidad para servir de esta precisa manera. Muchas personas han imaginado y deseado estar cerca de un sabio maestro que pudiera ayudarles cuando tenían que afrontar los retos de su vida. Ningún maestro terrenal podría estar más cerca o saber mejor lo que necesitas que tu Arcángel Guardián.

Nuestro Guardián está en constante comunión con nosotros. Su trabajo en nuestra evolución es muy importante. Su voz no es confusa, conflictiva o complicada. Su voz no expresa construcciones mentales, nociones y conceptos. Su voz expresa el lenguaje de los Arcángeles, el lenguaje del Amor verdadero. Inicialmente puede parecer que su voz es baja o débil comparada con las otras voces que exigen nuestra atención. En realidad, no tiene nada que ver con débil o baja. Es sólo débil para la conciencia de nuestra personalidad y eso es por el grado de nuestro deseo de oírla.

Así como el Ángel Guardián vigila y cuida de nuestra personalidad, los Arcángeles de los Elementos cuidan de nuestros cuerpos. Los siete Arcángeles de los Elementos trabajan juntos en diferentes tareas. Usan la Energía Vital, como los diferentes Elementos, para formar y mantener nuestros cuerpos. Podéis observar la evidencia de su cuidado en la curación de nuestras heridas y la unión de nuestros huesos. Podéis sentir su presencia en vuestro cuerpo como calor, salud y energía. Podéis incluso oír sus voces como los latidos de vuestro corazón y el flujo involuntario de vuestra respiración.

Saber que el Ángel Guardián y otros Arcángeles están trabajando en nuestros cuerpos no debe quedarse en un mero conocimiento hipotético. Este conocimiento debería ponerse en práctica en nuestras experiencias personales. Individual o colectivamente, no podemos continuar dejando que nuestro desarrollo material vaya por delante del desarrollo de nuestra consciencia espiritual y comprensión. No es sensato, no lo es sin consecuencias. Estos hermanos de Espíritu acogen de buen grado nuestro acercamiento y nuestro compromiso consciente con su importante trabajo.

Dáskalos ha revelado mucha información que nunca antes se había dado a conocer al público, especialmente acerca de los Arcángeles. Cuando hablaba de ellos, se podría decir que los Arcángeles no eran abstracciones teóricas para Dáskalos, sino hermanos reales a los que conocía bien.

Una vez en una conferencia en la Stoa (Pórtico) dijo:

“Si estudiáis otras respetables religiones, veréis que la mayoría de ellas mencionan a los Arcángeles y a los Ángeles, pero no dicen mucho sobre ellos o sobre su trabajo en la Creación. Tal vez los otros maestros no se atrevieran a revelarlo. De todas formas, es hora de que la gente conozca toda la verdad.”

Dáskalos hizo una breve pausa y después, con suave voz dijo:

“El ser humano procede de una orden Arcangélica - ¿Cómo sé yo esto? - ¿Por haberlo leído en un libro?-¡No! Entrando en contacto con ellos y conociéndolos directamente.”

Dáskalos se refirió a las descripciones de las órdenes Arcangélicas que se encuentran en religiones como el Cristianismo, Judaísmo e Islam. También se refirió a los relatos hindúes, budistas, aztecas y egipcios sobre estos Divinos Emisarios:
"Los Ángeles transcienden cualquier religión, cualquier filosofía, cualquier credo. De hecho, los ángeles no tienen religión, tal como nosotros la concebimos… su existencia es anterior a cualquier sistema religioso que haya existido nunca en la tierra."

No hay comentarios:

Publicar un comentario