OBSERVACIÓN

(1ª parte y 2ª parte)

La básico en nuestro trabajo es el desarrollo de la capacidad de la Observación: Atención sin tensión. Sin la habilidad de observar y recordar en detalle lo que hemos observado, la conciencia que usted tiene de y el entonamiento con el Plan Divino, es a lo mucho imperfecto. La observación es una expresión de nuestra naturaleza divina.

La Observación, que es parte de nuestra naturaleza divina, requiere que nada se escape de nuestra atención; ni en el mundo material ni en el plano psíquico o noético.

Observación es perfecta concentración. La habilidad de observar con detalle y recordar lo que hemos observado, es vital para el entendimiento del Plan Divino.

La observación y la concentración nos hace tanto humanos como divinos, y es así como podemos investigar tanto el mundo externo como interno de forma hábil. Es a través de la observación que somos capaces de expandir nuestra conciencia a mayores alcances y alturas ilimitadas. El tomar conciencia y entender aquellas cosas que nos rodean, el llegar a tener un entendimiento más penetrante de todo lo que nos acontece y su variados matices, nos hace salir de nuestro pequeño caparazón de nuestra personalidad hacia una verdad mucho más abarcadora.

No hay límites en cuan lejos podemos llegar en el entendimiento y comprensión del Plan Divino cuando desarrollamos nuestra habilidad de observación y concentración.

Lo más concientes y despiertos que estemos del mundo que nos rodea ahora, lo más concientes que estaremos de otros mundos que están ahora mucho más allá. A través de una observación mejorada, viene la habilidad para ver más allá de nuestras aparentes limitaciones y el aprender a controlar el curso de nuestras experiencias tanto en nuestro mundo psíquico o noético.

En la segunda parte de este envío veremos algunos ejercicios y comentarios adicionales para desarrollar nuestra capacidad de atención y observación.

A medida que progresemos en nuestros estudios veremos otros ejercicios igualmente efectivos.